ALESTORM - CURSE OF THE CRYSTAL COCONUT

¡Ahoy! Los piratas preferidos de muchos metaleros han vuelto a desplegar las velas y a izar la bandera negra. El capitán Christopher Bowes y su tripulación abordan nuestros equipos de música con Curse of the Crystal Coconut, sexto trabajo de la banda cuyo título es una clara referencia al videojuego Donkey Kong 64 (de hecho, se sorteó una edición especial de la Nintendo 64 decorada con la portada del disco).

                                           

El álbum comienza con "Treasure Chest Party Quest", primer sencillo del disco en el que se cambia el barco pirata por un Lamborghini. A pesar de este y de la estética mostrada en el videoclip, que personalmente me recuerda al viral "Tri Poloski" de hace unos años y, en general, al mundo gopnik, la música va en la línea tan característica de la banda ("the Alestorm way"). Desde su Escocia natal y con mucho humor, "Fannybaws" narra la leyenda del pirata escocés Phann'aig Bhall o Fannybaws, tema en el que Máté Bodor, alias Bobo, nos deja un pequeño solo de guitarra.

Con una mayor aproximación al Power Metal, "Chomp Chomp" habla de los destrozos causados por un gran y peligroso cocodriliano y me atrevería a decir que el nombre es también una referencia a Chomp Chomp, clásico enemigo de los videojuegos de Mario. La que sí es totalmente clara es la referencia a la película de Robin Hood que protagonizó Russell Crowe. El Capitán Yarrface (Rumahoy) se une a la tripulación para llevarnos a Tortuga (como muchos otros músicos a lo largo del disco), la mítica isla al norte de Haití en la que se fundó la Cofradía de los Hermanos de la Costa y que acogió a algunos de los piratas más célebres de la historia. Esta canción tiene un ritmo cercano al Hip-Hop, salvando las distancias, lo que rompe con la tónica habitual, musicalmente hablando, de Alestorm.

De un lugar real que albergó grandes historias reales, el rumbo cambia a algo más próximo al cine de serie B: "Zombies Ate My Pirate Ship". Parece un título de una película del canal Syfy, los responsables de Sharknado, y realmente no me importaría que hubiese un filme basado en la canción, que seguramente disfrutaría en un maratón junto a "Zombeavers (castores zombis)", "Sky Sharks (tiburones voladores pilotados por zombis nazis)" y "Zombie Sharks". Además, Patty Gurdy colabora aportando su limpia y melodiosa voz y su zanfoña (hurdy gurdy en inglés) a mitad de canción dejando un pasaje muy folk más cercano a la música tradicional pirata. 

Volviendo a las influencias de Power Metal, "Call of the Waves" es una canción llena de energía que invita a abandonar nuestras cadenas, sentir la llamada de las olas y hacerse a la mar para lanzarse a la aventura como los piratas de las historias que todos conocemos. Si el título del tema era una referencia a Donkey Kong, el tema "Pirate's Scorn" es directamente una cover de la banda sonora del videojuego Donkey Kong Country y realmente han sabido adaptarlo al estilo del grupo. El humor tradicional de Alestorm se recupera en el breve tema "Shit Boat (No Fans)", en el que insulta un barco pirata ajeno.

Entrando en la recta final de este trabajo, "Pirate Metal Drinking Crew", que parece la definición de los miembros de Alestorm, es uno de los temas más propiamente divertidos del disco, con una desternillante e inesperada referencia a su anterior larga duración No Grave but the Sea (quienes hayan escuchado ambos discos sabrán de lo que hablo). Obligatorio dar las palmas en los momentos que debe hacerse (yo lo he hecho, incluso, escribiendo esta reseña). A continuación, se nos ofrece el épico corte "Wooden Leg Part 2 (The Woodening)", que prosigue con la historia de la canción "Wooden Leg" de su disco Sunset on the Golden Age. Por último, se vuelve a las leyendas escocesas con "Henry Martin", una canción tradicional que narra la historia de Henry Martin, un farero que terminó dedicándose a la piratería, basada en historias reales del siglo XVII. La edición especial contiene versiones de todos los temas hechos al estilo del siglo XVI, 100% real no fake.

En resumen, se trata de un disco que mantiene la fórmula típica de la banda, quienes son partidarios de no cambiar algo que funciona. No obstante, al funcionar tan bien no aburre ni cansa, sino todo lo contrario. Se trata de un trabajo cien por cien disfrutable tanto para los fans más veteranos como para los más recientes. Solo me queda decir: "¡Oh wow!".