AGAINST MYSELF - TIDES OF INSANITY

En los inicios del blog, hace ya más de cuatro años, hubo un nombre que repetí un par de veces a raíz del lanzamiento de su, por aquel entonces, nuevo disco y de la presentación en directo del mismo en Madrid. En efecto, hoy vuelvo a escribir sobre Against Myself, banda española de Metal Sinfónico que, tras unos años en los que se han sucedido múltiples cambios de formación, han publicado recientemente Tides Of Insanity, su nuevo trabajo de larga duración.

Como es habitual en estos estilos, el disco comienza con una obertura instrumental, que en este caso se titula "The Gathering", la cual se encadena con "Providence", la primera canción propiamente dicha y que constituyó uno de los adelantos de este álbum. Se trata de un tema con garra que permite conocer a los nuevos miembros del grupo, especialmente al bajista Alejandro Fong, cuyo instrumento me alegra escuchar de manera tan clara en esta clase de producciones, al guitarrista Unai Iglesias Lecuona y a la cantante Elizabeth Amodeo. Completan este quinteto Francesco Antonelli a los teclados, quien tendrá lucidos pasajes en posteriores canciones, y Charly Carretón a la batería, único miembro que queda de la formación de 2019.

"Beyond The Deep", también publicado como single, es el siguiente corte. Posee una atmósfera más misteriosa y tintes más progresivos entre los que destaca el solo de teclado de Francesco Antonelli. Le siguen el breve interludio "A Fateful Illusion", con un carácter cinemático muy marcado, y "The Tempest", que fue el primer tema de Elizabeth Amodeo con Against Myself (aún cuando estaban los antiguos instrumentistas) y que en menos de seis minutos de duración es capaz de condensar pasajes musicalmente muy variados sin que el resultado final quede inconexo. 

"Huntress Of Assyria" es otro corte puramente instrumental, pero más largo que otros y constituyendo un tema en sí mismo, bastante progresivo por cierto, sin que tenga que servir de anticipo para una canción con voz. En "Sweet Chants Of Death" vuelve a haber voz y a predominar el sonido más sinfónico, incluyendo también un pequeño pasaje barroco antes del solo de guitarra y los guturales. 

"Threnody" es la balada de este disco. Aunque no es excelente como otras de este grupo o de otros similares, cumple su cometido de hacernos descansar un poco tras tanto poderío sinfónico y de tocar esa fibra sensible que todos los metaleros tenemos. Por último, toda la parte final de Tides Of Insanity, más de diecinueve minutos, corresponden, precisa o curiosamente, a su title track. Esta larga obra contiene pasajes que recuerdan al Imaginaerum de Nightwish, uno de mis discos favoritos de Metal Sinfónico, pero no por ello suena a cliché o a algo casposo y trillado; por el contrario, permite disfrutar de las diferentes facetas de la banda, tanto a nivel individual de músicos como a un nivel más colectivo como agrupación. 

Así concluye el cuarto álbum de Against Myself (curiosamente, hasta el momento siempre hay una diferencia de cuatro años entre discos). Con tantas nuevas incorporaciones (y las correspondientes bajas), se podría discutir hasta qué punto se sigue tratando de la misma banda (esto dicho por alguien que es muy fan de Ritchie Blackmore), más aún cuando guardo un recuerdo tan mágico de la época de Unity, su anterior larga duración. Como las comparaciones son odiosas, las he intentado reducir a su mínima expresión, aunque a veces hayan pesado un poco más, para poder disfrutar de Tides Of Insanity como lo que es: un más que decente trabajo de Metal Sinfónico lleno de pasajes épicos, poderosos y melódicos.

-Temas preferidos: Providence, Sweet Chants Of Death, Tides Of Insanity.