CIMAFUNK Y MARCUS MILLER: NOCHE EN EL BOTÁNICO, NOCHE PARA EL RECUERDO

En el hermoso jardín botánico de la Complutense, hubo el pasado lunes una cita de obligada asistencia para los amantes del Funk, el Jazz y la música latina. Cimafunk y Marcus Miller hicieron que se quedara una (muy) buena noche.

Real Jardín Botánico Alfonso XIII, Madrid, 24/07/2023

Desde hace ya unos cuantos años, en el Real Jardín Botánico Alfonso XIII, situado en la Universidad Complutense de Madrid, se viene organizando el festival Noches del Botánico, que durante los meses de junio y julio acoge actuaciones musicales de muy variados estilos en un entorno único y contando siempre con algunos artistas de gran renombre. En este contexto, el pasado lunes acudí a este particular lugar para asistir a los conciertos tanto de un artista al que llevo años escuchando como de otro que se ha convertido en uno de mis descubrimientos preferidos en lo que va de año.

Comenzaba la velada un poco antes de las nueve de la noche, precisamente, con ese artista sorpresa al que no había escuchado hasta el domingo pasado, día en el que decidimos, mi señor padre y yo, ir a Madrid a escuchar un poco de música en directo. Cimafunk salió a escena dispuesto a comerse el lugar y, acompañado de un fantástico elenco de músicos, lo logró sobradamente.

Ya desde la inicial "Caramelo", el artista afrocubano mostraba su propuesta que mezclaba el Funk con la música cubana en un cóctel explosivo. La manera más breve de calificar su actuación sería diciendo que fue una fiesta continua, aunque dicho apelativo se queda bastante corto. La energía de sus canciones era altamente contagiosa y el público no paraba de disfrutar. El propio Cimafunk también contribuía a esto, ya que además de tener una buena voz, exhibía unos pasos sobre el escenario en los que parecía estar poseído por el mismísimo James Brown.

La banda que lo acompañaba tampoco se quedaba atrás, ya no solo por su elevado nivel de interpretación, sino por la manera en la que se movían, especialmente uno de los percusionistas y las dos chicas, encargadas del trombón y el saxofón. Tras deleitarnos con temas como "La Papa", "Paciente", "Salvaje" o "Me Voy", terminó uno de los conciertos más divertidos en los que he estado.

-Temas preferidos: La Papa, Rómpelo, Me Voy.

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Tras el cambio de equipos, pausa en la que aprovechamos para explorar un poco más el hermoso recinto en el que estábamos y cenar algo, le llegó el turno al que probablemente es mi bajista preferido: Marcus Miller. Conocido en buena medida por haber trabajado con nombres de la talla de Miles Davis, Luther Vandross o Bryan Ferry, el músico neoyorquino ofreció un magistral recital de puro Jazz y Funk acompañado por teclados, batería, saxofón y trompeta, todos ellos instrumentistas de altísimo nivel.

El concierto arrancó con "Detroit", una de sus composiciones más famosas (y de mis favoritas, he de añadir). El que perfectamente podría ser el Messi o el Cristiano Ronaldo de las cuatro cuerdas iba presentando todos los temas que iba tocando y demostraba su talento sin parangón a la hora de ejecutar complicadas líneas de slap. 

Durante la hora y media (algo más en realidad) que duró su actuación, Miller y su banda tocaron tanto temas propios como "February" como versiones de otros artistas, como "Higher Ground" de Stevie Wonder o "Mr. Pastorius", homenaje al legendario Jaco Pastorius (Weather Report) compuesto por Miles Davis. Precisamente, el grueso del concierto finalizó con "Tutu", también del gran Miles Davis. En esta alargada versión, Cimafunk y su sección de vientos se unieron en una jam tan inesperada como increíble en la que salieron a relucir las mejores cualidades de ambos grupos. Tras los bises, formados únicamente por "Come Together" de The Beatles, el show se terminó definitivamente.

- Temas preferidos: Detroit, Mr. Pastorius, Tutu. 

Tratándose, como he dicho, de uno de mis bajistas preferidos, tenía claro que iba a disfrutar de la actuación de Marcus Miller, pero lo que no me esperaba era lo rápido que se me iba a pasar el tiempo (algo que a mucha gente no le cabría en la cabeza al tratarse de un artista de Jazz/Funk instrumental). Si a eso le sumas el descubrimiento de Cimafunk, puedo afirmar sin equivocarme que se quedó buena noche.